martes, 27 de enero de 2009

La ética Budista

Acciones tienen consecuencias, somos nuestros hábitos.

El propósito de la ética en el budismo es el de ofrecer un modelo de cómo actuaríamos si estuviéramos constantemente en contacto con lo mejor de nosotros mismos. Se trata del principio del no dañar a ningún ser vivo así como del cultivo del amor universal indiscriminado. No son mandamientos, impuestos al hombre por una autoridad o poder externo. No hay un juicio.

El criterio budista no es teológico sino psicológico. Según la tradición Budista las acciones son correctas o incorrectas dependiendo del estado mental a partir del que se realizan.

Las acciones son: del cuerpo, habla y mente.

Existen dos tipos de acciones: diestro y torpe, así la moralidad budista es más una cuestión de inteligencia.

Las acciones torpes se definen como aquellas que tienen su raíz en la avaricia o deseo egoísta, en el odio y la aversión y en la confusión mental o ignorancia.

Las acciones diestras están basadas en la amabilidad y claridad, son aquellas que se encuentran libres de avaricia, odio e ignorancia, y que están motivadas por la generosidad, por el amor y la comprensión. Consiste en actuar a partir de lo mejor que hay en nosotros, desde nuestra más profunda comprensión e intuición. El Buda actuará inevitablemente de cierta manera debido a que es parte de la naturaleza del ser iluminado.Los preceptos no son una simple lista de normas.

Nos sirve como puntos de referencia.

Ejemplo de tres personas que se abstienen de robar.
Uno no lo hace por miedo a la policía.
La segunda la tentación está allí pero logra controlarla.
La tercera persona ha eliminada el deseo.

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